Los desafíos de la vida moderna demandan nuestra atención  para múltiples roles, actividades y detalles. Es común sentirse abrumado ante la cantidad de compromisos  y demandas que debemos atender.  Lo cotidiano aparentemente, es vivir corriendo de un lugar a otro, sentirnos  cansados y  justificar nuestro mal humor o falta de entusiasmo porque tenemos muchas cosas que hacer.

La vida no tiene por qué ser así. No estamos creados para ser “máquinas” sino para ser personas.  ¿De qué sirve trabajar muchísimo si no puedes disfrutar con las personas que amas los frutos de tu trabajo?, ¿acaso prosperas más al vivir corriendo?

Quiero proponerte una opción diferente. Organiza tu vida para vivir cada día, un día eficiente y feliz.  Reflexiona tus metas, tus prioridades, define acciones realistas para cada día y si, cada día además de obligaciones y compromisos, date permiso de tener por lo menos tres momentos felices. Anótalos en tu agenda, por ejemplo, llamar a tus padres, dar una sesión de 3 abrazos a las personas que amas, regalarte 15 minutos para un café o un té contigo mismo,  hacer un bien inesperado a alguien que lo necesita.

Un día eficiente y feliz. Cada día. Un día a la vez. La mejor forma de asegurar un futuro brillante.

Con mis mejores deseos.

Gaby Farías

¡AHH! Y recuerda Organizarte.