En diferentes medios relacionados con la educación, se hace referencia a la competencia de “autogestión”. Esta competencia significa la habilidad de planear y organizar para el logro de las metas que uno haya definido, y combina dos actitudes, la disciplina y la responsabilidad.

Hay personas que ciertamente son más organizadas, más estructuradas que otras. Esto puede deberse a la historia personal, el ambiente familiar, los estudios profesionales. Sin embargo, desarrollar la autogestión, ser una persona organizada, es una competencia que puede desarrollarse y fortalecerse.

Ser una persona organizada incluye la vida personal, el hogar y la familia, y la vida laboral. Es decir, las habilidades de organización se aplican en todos los ámbitos de la persona. El orden, la estructura, proveen de seguridad, otorgan tranquilidad a la mente, y así podemos enfocarnos en crear, innovar, desarrollar. Cuando hay organización, cuando hay método, es más sencillo afrontar las crisis y los problemas, tanto en la vida personal, como en la vida familiar como en el trabajo.

Si nuestro espacio es un caos, no sabemos donde tenemos las cosas o qué cosas tenemos, no tenemos orden en nuestras finanzas, no llevamos una agenda con nuestros compromisos, seguramente cualquier problema que se presente, nos impactará aún más. Se sumará al desorden que ya tenemos, y lo incrementará. Esto aplica tanto a las personas como a las empresas.

Por otra parte, si enfocamos en nuestras vidas aquello que sí está en nuestro ámbito de control, si buscamos el orden, la armonía, el equilibrio, si nos organizamos y somos previsores, cuando se presente una crisis o un problema, seguramente tendremos más recursos para afrontarlo y superarlo.

No hay una fórmula mágica para ser organizado, no hay una receta, no existe la agenda perfecta, o la app perfecta. Cada uno de nosotros podemos desarrollar el método que mejor nos funcione, partiendo de principios básicos de organización y usando técnicas y herramientas que han sido probadas. Y cada uno puede definir en qué grado desea ser organizado, partiendo de un nivel básico y saludable, confiando en que siempre es posible mejorar. 

En Organizarte, hemos desarrollado un Taller Básico de Organización Personal, con el propósito de acompañar a las personas a definir su propio método de organización. Compartimos los principios básicos de la organización y herramientas y técnicas, que pueden usarse de una forma sencilla y accesible. Usamos un enfoque de lo general a lo particular, partiendo del propósito, de los sueños de la persona, hasta llegar a las tareas del día a día. 

En lo cotidiano, recomendamos técnicas para manejar el correo electrónico, para llevar una agenda y para administrar nuestras actividades, distinguiendo entre proyectos y tareas, y dando prioridad si es urgente o importante, estratégico o de operación, midiendo sus consecuencias y su impacto. Con un enfoque integral, para las dimensiones de la persona,  hogar y familia, y laboral, viendo a la persona como un todo.  

Una persona organizada, impacta de manera positiva en su bienestar, en su familia y en su trabajo. Vale la pena ponernos en orden y ser organizados, nos sentiremos más tranquilos, con la confianza de que en este mundo de incertidumbre y cambio, podemos organizar nuestro pequeño gran universo, nuestra vida, un día a la vez.