El Miércoles de Ceniza, señala el inicio del tiempo de cuaresma. La Cuaresma es un tiempo de conversión y renovación en preparación para la Pascua. Y aunque puede parecer que cada año es lo mismo, realmente depende de nosotros que cada año sea diferente. Cada año puede ser un escalón más en nuestro proceso de mejora como personas.

En una reunión, una persona me comentó que había dejado de fumar, porque se propuso durante una Cuaresma la «penitencia» de no fumar. Al terminar la Cuaresma, se dió cuenta que ya no le apetecía igual el cigarro, y lo dejo de forma definitiva.

Aprovechando este tiempo y con respeto hacia todas las creencias, quiero invitarte a «dejar ir». Y tomando como brújula las dimensiones de nuestro modelo de vida organizada; personal, relaciones, realización y espirtualidad, para identificar por lo menos en una de ellas, algo que hay que dejar ir, para dar paso a lo nuevo.

En la dimensión personal, podemos dejar ir un mal hábito, alguna conducta que afecte nuestra salud física,mental o emocional. En la dimensión de relaciones, puede ser un buen momento para dejar ir esa relación que no aporta a nuestra vida, mas bien nos resta energía y tiempo. En la dimensión de realización, podemos revisar nuestros compromisos, y reflexionar si en realidad podemos llevar en este momento todas esas responsabilidades o es necesario hacer una pausa, postergar, o simplemente decir «no». También podemos revisar nuestros espacios físicos para «dejar ir» objetos que ya no necesitamos. Y finalmente, pero no menos importante en nuestra espiritualidad, podemos regalarnos cada día 10 minutos de oración y meditación para descubrir aquellos temores, dudas, miedos, que debemos retirar de nuestro jardín interior.

El proceso de conversión, transformación, mejora inicia con la persona. Es una tarea que nadie puede hacer por tí. En estas próximas semanas, y hasta el final del mes de marzo, estaremos compartiendo ideas sobre «dejar ir». Estamos a tiempo de renovarnos y dejar espacio para lo nuevo, con la llegada de la primavera y la celebración de la Pascua.

En lo personal, me propongo limitar mi tiempo en pantalla, en redes sociales, para invertirlo en tiempo de reflexión personal, escribir en mi diario, leer una lectura que me edifique. Ya te contaré como voy en mi proceso. Me esforzaré por terminar la cuaresma, dando paso a una mejor Gaby.

Un abrazo